martes, 22 de abril de 2014

Más vale tarde que nunca ;)

Buenos días a todos y perdonen mi ausencia durante este largo periodo de tiempo. No tener tiempo para ir actualizando el blog se debió a diversos contratiempos:mudanza hacia otro local del negocio, un aumento considerable de la carga de trabajo (no debido a la mudanza, sino al trabajo en sí) y el arrastrar una tendinitis en la rodilla por intentar tener tiempo para todo menos para estirar. Ya la mudanza está totalmente acabada, he podido realizar la entrega del pedido que me tenía muy liado y la rodilla me permite correr tranquilamente.


   Historias a parte, vamos con lo interesante, creo que debo contar mis sensaciones en el Triatlón de Santa Cruz, Half Endurance. Más vale tarde que nunca. Después de 3 meses entrenando específicamente para este triatlón con una bici prestada no puedo estar más que contento con el resultado obtenido. Me pongo a pensarlo y la verdad es que fue medio arrebato meterme a ello, pero estoy superorgulloso de haber salido de mi zona de confort y haber disfrutado tanto durante 4 horas 40 minutos. Y para colmo sintiéndome muchísimo mejor en la segunda mitad de la prueba.
   No cabe duda de que si te pones en manos de un profesional que esté presente de vez en cuando en tus entrenamientos te pueden guiar en todo aquello que desconoces y corregirte errores in situ. Dar las gracias a Edu Mesa por enseñarme que el triatlón es un sólo deporte dividido en 3 partes y no al revés. (Recientemente leí una entrevista a Joel Filliol, entrenador de Mario Mola y le preguntaban por el posible tiempo que podría tener en un 5000 de atletismo y éste contestaba algo muy parecido, que ese tema no lo tenían en consideración, él preparaba triatletas para correr un 5000 después de nadar y de pedalear, ahí queda eso).
   Hago lo que más me gusta en estas pruebas, madrugar como nunca lo había hecho antes. La noche anterior ya lo tenía todo preparado, (con cena emboste incluida) así que fue levantarme zombie, ponerme el equipaje, desayunar y para Santa Cruz. Pienso que voy bien de tiempo, pero cuando llego a San Andrés, no hay ni un sitio para aparcar y en 15 minutos cierran boxes ya no lo veo tan claro jeje. Doy otra vuelta por los alrededores y mis amiguitos los nervios me comentan que tienen que salir de mi cuerpo de alguna forma. Me paro en un descampado y dejo que una explosión de nervios abandone mi cuerpo y se fusione con la aridez de la tierra XD. Ya soy otra persona. Aparco en un terraplén a medio camino hacia las Teresitas. Creo que entro en boxes de los últimos cargado como una mula. Me enfundo el traje y para la arena. Me encuentro realmente tranquilo, mi cabeza está relajada pensando en que es una prueba de casi 5 horas que no vale la pena desfondarme nada más empezar. Me introduzco en el agua para calentar un poco y está fría, fría, cagüennn!!!!!
   Se da la salida desde la orilla, pero la entrada al agua no es perpendicular a la arena sino casi casi que teníamos que ir en paralelo. Incluso nadando en las teresitas cuesta ver las boyas para guiarse, no problem, seguimos las estelas, aunque cada 4-5 brazadas miro para controlar y no perderme más de la cuenta. A mitad de trayecto me encuentro en fila india con los nadadores que van a mi ritmo, me acomodo aquí. Pero faltando 1/4 de natación noto que los isquios se van cargando más de lo normal, así que me desconcentro totalmente, pierdo el ritmo de crucero e intento nadar sin mover casi los pies, (Nadando doblado como una percha, fiel a mi estilo personal culebrilla) vuelven los fantasmas del pasado... ¿me dará un calambre antes de tocar tierra?
   Consigo llegar a la arena, pero me temo lo peor, pienso que nada más levantarme y caminar me va a dar un calambre. Por suerte o desgracia  mientras hago la supertransición hasta las bicis el que intenta darme un susto es el gemelo derecho, Argh!!! los músculos están celosos y quieren agarrotarse todos el mismo día, (Al llegar a meta, porque llegué a meta jejejeje, hablando con algunos triatletas me comentaron que también les había pasado lo mismo, el agua estaba tan fría que a muchos les dió calambres o amagos. Por una vez me alegro de ser uno más del montón jajaja). Corro como chiquito de la calzada  hasta la bicicleta y me encuentro a todos los del equipo a punto de salir. Mientras me tiro al suelo para quitarme el traje sin peligro de calambres, intercambiamos algún que otro comentario y risas antes de que me abandonen. En un alarde de destreza y de entrenar "mucho" las transiciones, tiro todas las sales al suelo. Uno de los jueces me dice que no está permitido el dopping jajajja, cachondo el nota. Nada, me meto las cápsulas en el mono, pegadas a la piel. El que me veía corriendo y se fijaba en las formas de las cápsulas en el pecho diría: Éste, está fino, fino que se toma las pastillas y se le nota a través de la piel jajaja.
Estilazo en la bici, soy el de la izq. no se confundan jaja.
   Durante las 2 primeras vueltas no entro en calor como es debido, aún así sigo el ritmo estipulado pero tirando a conservador. Los avisos para acalambrarse los gemelos están al acecho. Y para colmo se me cae el botellín con los geles al suelo, a los 10 minutos de empezar a rodar WTF!!!. Se detuvo por un instante el tiempo y empezó a ir a cámara lenta, mi mirada seguía el rodar del botellín hasta la cuneta de la carretera, para mí, tardó en recorrer 3 metros unos 40 segundos jejeje. Cuando me di cuenta de que por mucho que lo mirara no iba a volver a subirse a la bici grité desencajado y me cagué en todo. Tenía las manos entumecidas del frío del agua y mi coordinación brillaba por su ausencia. Venga, otro palo más, a intentar rodar durante 2 horas largas sin comida. Para mis adentros imploraba: ¡¡¡Que los avituallamientos sean decentes, que los avituallamientos sean decentes!!!.
   Como comentaba al principio, a partir de la tercera vuelta empecé a notarme mucho mejor, parecía que ya había entrado en calor. Cada vez que llegaba al avituallamiento pedía una botella de sales y un plátano. El plátano me lo comía lo más rápido posible, para estar el menos tiempo posible sin una mano en el manillar y evitar sustos. Y la bebida la iba dosificando para tomarme un botellín por vuelta, aunque no tuviera sed, bebía cada x minutos. Durante la cuarta y quinta vuelta el cansancio ya estaba haciendo mella en mis piernas pero psicológicamente me encontraba mucho más fuerte que nunca, sin tener las piernas cargadas y aguantando el esfuerzo aún habiendo perdido la comida. ¿Qué hubiera pasado si no se me hubiera resbalado el botellín? seguro se me hubiera caido la siguiente vez que bebiera jejeje. Noto que las diferencias visuales que llevaba con mis compañeros de equipo iban aumentando. Pero sigo pensando que la prueba termina después de correr y no antes de llegar a la T2 así que, cabeza y a seguir pedaleando. La última vuelta ya se me hace pesada, estaba cansado de tanto pedalear, me duele el culo por culpa del sillín (imáginate todo lo que había entrenado que todavía no tenía el callo del culo habituado al sillín), además siento algunas molestias en los lumbares, quería bajarme de la bici cuanto antes. Así que cuando peor se pone la cosa con más ganas me pongo a tirar para pasar al siguiente tramo de la prueba.
Clasificación Half Endurance Santa Cruz, el monotriatleta
Clasificación Half Endurance 2014
   Al llegar a boxes y empezar a correr me noto las piernas ligeras, sueltitas y por momentos me entran ganas de darlo todo desde el principio pero sé que la carrera tarde o temprano me va a rendir cuentas si me hipoteco antes de tiempo. Veo a los triatletas que tengo por delante y sólo hay 2 ó 3 que puedo alcanzar con la vista y bastante separados. Paciencia. La primera vuelta se me hace larga pero cada vez que pasaba por alguien conocido o por alguna zona donde los espectadores animaban sin importar si te conocían o no, me llevaban en volandas. Pasan 30 minutos de carrera y notaba que podía ir mucho más fuerte pero sigo controlándome porque todavía me quedaba una hora y pico más. Pregunto al entrenador a que ritmo estoy corriendo y me dice que a 4 minutos 30-35 segundos. Wowwww!!! no me lo podía creer. Un ritmazo para mi. Controlo el pulso y puedo hablar sin esfuerzo, me queda ir hasta el punto de retorno y volver para cruzar la línea de meta. Aquí me dejo llevar por el público, la euforia y mis buenas sensaciones. Empiezo a rodar a 4 minutos poco. Error casi fatal. Cuando faltan aproximadamente 2 kilómetros para el punto de retorno, casualmente donde no hay ni un bicho animando, noto que no voy a aguantar este ritmo alimentado por la euforia mucho más, así que  pongo el freno mano, pero creo que ya es tarde, empezaba a sufrir las consecuencias. Ahora comienza la carrera jajaja. Se me hace eterno llegar al avituallamiento, una vez allí sólo faltaban 25 metros para el punto de retorno. Intento aprovechar este espacio para recuperar, tomo una botella de agua, bebo, voy caminando hasta el giro y hasta mi intención es volver a correr una vez que pasara de nuevo por el avituallamiento. Me viene de maravilla este descanso. Me termino toda el agua y a correr se ha dicho. En la parte más dura me acompaña de nuevo Ricardo Esmerodes, más que suficiente para no bajar el pistón. Más adelante me encuentro con Edu: ¿Dónde te habías metido?, me dice jajaja qué cabrón!!!. Me queda poco, aprieto los dientes y consigo ir al mismo ritmo de antes pero sufriendo el triple. Cuanto más cerca está la meta más rápido voy. A medida que avanzo el sufrimiento se transforma en satisfacción y alegría, una sensación placentera e indescriptible.
   Paso la línea de meta y se cruzan por mi mente los últimos 3 meses de disciplina y sacrificio para intentar entrenar como es debido, la recompensa es grande y lo vale.
   Al final puesto 37, pueden ver la clasificación aquí. Una natación normalita, una bici mala y una carrera de lujo, no  hay nada como terminar con buen sabor de boca jejeje.
  ¿Cuáles serán los nuevos retos del mono triatleta? ¿Tendrá ganas de más? jajaja. Ya veremos qué pasa.
Saludos a todos y gracias por estar detrás de la pantalla leyendo mis peripecias.


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