"3... 2... 1... PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII !!!!!!!!!!" (atribúyase esa onomatopeya al pitido de salida de las pruebas de triatlón). ¡Comienza la pretemporada!. Que nadie se equivoque, hay que tener en cuenta que lo más difícil para realizar una prueba de media o larga distancia es el entrenamiento diario, ir acumulando a lo largo de la temporada una base que te permita rendir en una prueba de estas características. Que se suele traducir en "... Échale horas, compadre!!!..." El día de la prueba ya está todo hecho, vas a recoger lo que sembrastes, vas a disfrutar como un enano, eso sí doblado en la huerta durante horas recogiendo los frutos :p, pero disfrutando jejeje.
Durante las primeras semanas todo triatleta está exultante y rebosando motivación, haciendo planes e imaginándose la planificación de su temporada soñada. Todo son cávalas y muchas veces son más deseos que una planificación realista. Yo tengo el compromiso de empezar despacio pero con buena letra, pensando en conseguir una progresión a largo plazo (años), iré picando en todas las pruebas que pueda para acumular experiencia, no desmotivarme con objetivos lejanos y disfrutar compitiendo. Ya llegarán los tiempos en que sea un atrofiado y me obsesione con tiempos y resultados jejeje, a lo mejor más temprano que tarde ;)
El míster me comenta que tengo alrededor de 12 sesiones para repartirme la carga semanal de trabajo. Serán 4 de natación, 4 de carrera y 4 de bici, en el momento que me lo dijo de fondo se escuchaba: "... Hiiiiii, niñooooo.." jajajaja. Cuando ya lleve un tiempo entrenando veremos si es factible compaginarlo con la vida laboral y personal. Ahora mismo lo veo algo exigente, pero todo es ponerse y ver si doy a basto.
Él, que es muy sabio, para tranquilizarme me dijo: "... César, no te vuelvas loco, estas semanas son para acostumbrarse a la rutina y a las dobles sesiones..." Después de esta frase, me vino a la cabeza la disyuntiva temporal en la que me encuentro ahora mismo para llevar a rajatabla su consejo. Porque podría ahorrarme casi un mes de entrenos. Me explico, si estuviera en el futuro y llevara 25 años de casado, fijo que estaría más que entrenado a la "rutina", es más, sería olímpico representando a España en Madrid 2054 en la modalidad de rutina jejeje. Y en cuanto a las dobles sesiones, en mis años mozo, en ese querido y lejano pasado, todas las semanas habían dobles sesiones, incluso triples. Era un no parar, viernes y sábado noche a darlo todo. Con una capacidad de recuperación asombrosa, ya que el lunes estaba fresquito como una lechuga y pensando en el siguiente fin de semana como si fuera el último de mi vida. Pero me encuentro en el presente
Bromas a parte, lo que toca en estas semanas es adaptarse a los entrenos e intentar cuadrarlos bien con el horario laboral sin que sea un suplicio salir a entrenar. Lo conseguiremos?
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